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Educación Infantil

Mediación familiar: entiende qué es y para qué sirve

La mediación familiar es un proceso que se centra en resolver conflictos que surgen dentro de una familia. Se lleva a cabo con la ayuda de un mediador profesional imparcial, que puede ser un psicólogo o trabajador social especializado en este tipo de situaciones. El objetivo principal de la mediación es lograr acuerdos equitativos y consensuados entre todas las partes involucradas en el conflicto familiar. El mediador actúa como facilitador, brindando orientación y apoyo a los miembros afectados para fomentar el diálogo y una comunicación efectiva. Este proceso busca evitar el impacto emocional negativo en los miembros más vulnerables de la familia, especialmente los niños, y promover una negociación armoniosa que beneficie a todos los implicados.

Aquí vas a poder encontrar muchos de los elementos básicos que vas a necesitar para saber cómo ser mediador familiar y poder mejorar tu currículum para encontrar un puesto de trabajo a tu medida.

¿Qué se entiende por mediación familiar?

Acerca de qué es la mediación familiar, se entiende como tal a un método alternativo al sistema judicial para resolver conflictos familiares. En este proceso, las partes en disputa, con la asistencia de un mediador imparcial y neutral, negocian y toman decisiones sobre cómo resolver el conflicto, como puede ser el surgido por una separación, divorcio o ruptura de pareja.

Es importante destacar que la mediación familiar es un proceso voluntario, lo que significa que solo se llevará a cabo si ambas partes están dispuestas a participar. La mediación busca promover el restablecimiento del diálogo entre las partes involucradas, con el objetivo de preservar las relaciones a futuro y contribuir a la resolución del conflicto de manera amigable y consensuada.

Dentro del proceso de mediación, se trabaja en la redistribución de roles familiares. Esto implica establecer nuevas pautas de actuación y comportamiento para reconstruir la dinámica familiar tras una separación, divorcio o ruptura de pareja. El mediador, como facilitador imparcial, colabora con las partes involucradas para identificar y redefinir los roles familiares.

¿Qué materias se pueden mediar?

La mediación familiar presenta un enfoque único para manejar los conflictos al crear un ambiente propicio para conversaciones abiertas y libres de prejuicios. Esto brinda a las partes involucradas la comodidad de expresar sus pensamientos, preocupaciones y deseos sin temor a ser juzgadas. Al liberarse de la presión del juicio, las partes pueden retomar un papel activo tanto en la comprensión del conflicto como en la búsqueda de soluciones que se adapten a sus circunstancias familiares particulares.

La mediación familiar crea un entorno seguro que promueve un diálogo constructivo entre las partes, lo que facilita una comunicación más efectiva y colaborativa. Este enfoque se orienta hacia las necesidades y preocupaciones específicas de las personas involucradas, lo que les permite trabajar juntos para encontrar soluciones que sean más satisfactorias y se ajusten a la complejidad única de cada situación familiar.

Abarca diversas áreas de conflictos que pueden surgir dentro del ámbito familiar.

  1. Separación o divorcio: resolución de conflictos vinculados a la separación o divorcio, como la distribución de bienes, la custodia de los hijos, la definición de un plan de visitas y la gestión de acuerdos financieros.
  2. Crianza de los hijos: conversación sobre la crianza de los hijos, cubriendo decisiones relacionadas con su educación, salud, valores, disciplina y otros aspectos fundamentales para su cuidado.
  3. Acuerdos de custodia y visitas: diálogo para establecer acuerdos justos y favorables para ambas partes en relación con la custodia de los hijos y la organización de visitas, considerando siempre el bienestar de los niños.
  4. Manutención o pensión alimenticia: establecimiento de la contribución financiera necesaria para el cuidado de los hijos o el cónyuge después de la separación, asegurando un nivel adecuado de apoyo económico.
  5. Conflictos familiares diversos: manejo de situaciones conflictivas en diversas áreas, desde discrepancias entre padres e hijos hasta conflictos intergeneracionales, asuntos relativos a herencias y otros temas familiares que necesitan mediación para su resolución.

¿Cuál es la diferencia entre mediación y conciliación?

En lo que respecta a la diferencia entre mediación y conciliación, el objetivo principal de ambos métodos es lograr un acuerdo sin necesidad de recurrir a procesos judiciales, pero difieren en el papel del profesional y en el enfoque del proceso.

En la mediación, el mediador actúa como un facilitador imparcial cuya función es ayudar a las partes a comunicarse, identificar problemas y llegar a soluciones mutuamente aceptables. El mediador no emite opiniones ni propone soluciones, su rol esencial es guiar y facilitar el diálogo para que las partes lleguen a acuerdos por sí mismas.

Por otro lado, en la conciliación, el conciliador no solo escucha a las partes, sino que también propone soluciones que puedan considerarse justas para ambas partes en conflicto. A diferencia del mediador, el conciliador puede ofrecer ideas y sugerencias específicas para resolver el conflicto, aunque siempre respetando la autonomía de las partes para aceptar o rechazar dichas propuestas.

La percepción entre los profesionales en el campo de la resolución de conflictos generalmente tiende a favorecer la mediación debido a la participación activa de las partes en la búsqueda de soluciones y acuerdos. En la mediación, al ser las propias partes quienes proponen soluciones y llegan a acuerdos mutuos, se cree que existe una mayor comprensión y aceptación de las razones y el contexto del conflicto.

Resolución de un conflicto familiar a través de la mediación

Es esencial que las partes involucradas comprendan que un mediador no proporciona asesoramiento legal. El papel del mediador es facilitar de manera neutral y acompañar a las partes en el proceso de toma de decisiones. Son los abogados de cada parte quienes brindarán asesoramiento legal y se encargarán de redactar y formalizar legalmente los acuerdos, ya sean totales o parciales, alcanzados durante la mediación a través de un convenio regulador y un plan de parentalidad, en el contexto de conflictos derivados de una ruptura familiar.

La mediación ofrece a las partes la oportunidad de ser los protagonistas en la toma de decisiones sobre cómo se acordarán las medidas relacionadas con su ruptura. Sirve como una herramienta que facilita este proceso de manera organizada, asegurando un equilibrio y una igualdad entre las partes para llegar a acuerdos negociados. Estos acuerdos serán más fáciles de cumplir, ya que se derivan de un consenso mutuo, en comparación con decisiones impuestas por terceros.

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Nieves Llevat | iFP
Nieves Llevat
Dpto. Comunicación de iFP