Vista desde abajo de empresas en rascacielos.
Administración y Finanzas

Los 10 tipos de financiación empresarial más utilizados

¿Alguna vez te has preguntado cómo obtienen financiación las empresas? Los mecanismos de financiación a los que recurren las organizaciones son diferentes a los que podemos optar las personas. En este blog te contamos los 10 tipos de financiación más recurrentes para las empresas.

¿Alguna vez te has preguntado cómo obtienen financiación las empresas? Los mecanismos de financiación a los que recurren las organizaciones son diferentes a los que podemos optar las personas. En este blog te contamos los 10 tipos de financiación más recurrentes para las empresas.

¿Cuáles son las razones por las que las empresas recurren a la financiación?

Los motivos por los que las empresas recurren a la financiación pueden deberse a varios factores. Una de las principales razones suele ser la falta de liquidez, es decir, la empresa no es capaz de asumir las deudas en un corto plazo y necesita ser financiada para hacer frente a los pagos con algo más de tiempo. Por otro lado, también es muy común que la empresa quiera internacionalizarse, es decir, abarcar más territorio en el sector y explorar mercados nuevos para, de este modo, lograr una correcta expansión. Otra de las razones más comunes, es que la empresa quiera aumentar el capital de trabajo, por ejemplo, contratar a más empleados para incrementar el ritmo de producción, aunque, a veces, para poder aumentarlo, la empresa debe recurrir a la financiación para la compra de nuevos equipos o modernizar las tecnologías que ya tiene. Asimismo, una de las razones más populares es el refinanciamiento, una forma de amortizar la deuda existente, ya que se trata de pagar las deudas antiguas con las nuevas, por lo que ayuda a mejorar el flujo de caja.

¿Qué tipos de financiación usan las empresas?

Existen distintos métodos de financiación a los cuales puede recurrir una empresa y estos varían en función de diversos factores. Por ejemplo, algo que se debe tener en cuenta es la fuente de financiación. ¿De dónde proviene el dinero? En este caso, existen, principalmente, dos tipos. El primero es la financiación propia, aunque las empresas no siempre pueden recurrir a esta vía. Un ejemplo práctico sería que la financiación se efectuase en forma de capital social por parte de los socios de la empresa. Por otra parte, si hablamos de fuentes de financiación, muchas empresas deben recurrir a vías externas, es decir, buscar financiación fuera de la empresa.
Otra de las variables principales a tener en cuenta a la hora de buscar financiación es el tiempo. Las empresas pueden optar por medidas a corto plazo, donde el crédito debe ser devuelto en un periodo de tiempo reducido que, normalmente, suele ser en un máximo de dos meses. En cambio, si se opta por la financiación a largo plazo, se podrán devolver los fondos obtenidos en un tiempo que, en función de la cantidad, suele superar el año.

  1. Crédito Comercial

    El crédito comercial, también denominado descuento comercial, es un tipo de servicio de financiación suele ofrecerse, por parte de las entidades financieras, para que la empresa pueda hacer frente al activo circulante de la empresa y efectuar sus pagos como: facturas, pagarés o letras. Se cobran, por parte de la entidad, una serie de intereses que variarán en función del plazo que falte hasta su vencimiento, normalmente son 60 días. Algo importante a tener en cuenta es que, si el crédito no es atendido, el banco cobrará a la empresa los gastos de devolución del mismo, por lo que se convierte en una forma muy cara de recurrir a la financiación.
  2. Póliza de crédito

    Es lo más parecido a una tarjeta de crédito que conocemos. El banco pone a nuestra disposición la cantidad de dinero que necesita la empresa y se va utilizando conforme hace falta. Según el dinero que se haya gastado, se generarán unos intereses que rondan el 4%, aunque pueden variar en función de la entidad financiera. Para este método no se suele pedir aval, aunque sí una facturación favorable por parte de la empresa.
  3. Préstamo bancario

    Es, probablemente, uno de los tipos de financiación más habitual para empresas. Está dentro del grupo de métodos a largo plazo, ya que suele tratarse de grandes cantidades de dinero. La empresa pide la cantidad de capital que necesita a la entidad financiera y la va devolviendo, normalmente, con una periodicidad mensual y con los intereses correspondientes. Es el método que se suele utilizar para la compra de bienes de inversión, el lanzamiento de nuevos proyectos u otros gastos elevados.
  4. Renting

    En el Renting se establece un contrato donde el arrendador, que concede a una empresa el uso de un bien durante un tiempo establecido, percibe a cambio un importe económico en forma de cuota mensual por parte de la empresa. El contrato se suele establecer durante un plazo que suele ser de entre 2 a 6 años, aunque, en el caso de los bienes inmuebles puede llegar a ser de 10 años. Debe quedar claro que, con este tipo de financiación, la empresa adquiere el uso del bien, pero en ningún caso la propiedad del mismo.
  5. Leasing

    Es parecido al Renting y se utiliza cuando, por parte de la empresa, existe un interés en comprar el activo, aunque se paga mensualmente como si se estuviera alquilando. En el Renting, el bien no podía ser adquirido por parte de la empresa al terminar el contrato, mientras que, en el Leasing, una vez se finaliza el plazo de pago fraccionado, la empresa tiene la opción de comprar el bien y, si no quiere quedárselo, lo puede vender a otra empresa.
  6. Línea de Crédito

    En este método, la entidad financiera pone a disposición de la empresa una cantidad de fondos durante un tiempo determinado. Los intereses van en función de la cantidad demandada y el tiempo de margen que la empresa necesita que estén disponibles. Es ideal para aquellos proyectos que no tienen un presupuesto cerrado y no se sabe todavía, con exactitud, la cantidad exacta.
  7. Crowdlending

    Este tipo de financiación, es la más parecida a un banco sin tener a una entidad financiera como intermediaria. Esta alternativa, consiste en financiar proyectos, ya sean de una empresa o de una persona, mediante numerosos inversores. Este tipo de préstamo financiado con capital privado, deberá ser devuelto en los pagos que se establezcan, junto al tipo de interés acordado previamente entre los interesados.
  8. Subvenciones

    En este caso el capital es aportado por parte de la administración pública. Cabe la posibilidad de que, depende del sector al que se dedique la empresa, y, si esta cumple unos requisitos, se considere patrimonio y no se tenga que efectuar la devolución del dinero prestado. La mayor parte de subvenciones van dirigidas a I+D o adquisición de maquinaria indispensable. También es una vía muy utilizada en empresas que acaban de empezar para que puedan comenzar su actividad empresarial.
  9. Inversor accionista

    También conocido por su término en inglés «Business Angel». En este tipo de financiación, serán las personas las que inviertan en empresas que, normalmente, son de nueva creación y necesitan recursos económicos para comenzar. La empresa recibe el dinero a cambio de una participación accionarial que entregará al inversor, que podrá o no, participar activamente en el negocio. Este tipo de inversores suelen realizar estas acciones esperando tener un retorno de la inversión a corto plazo.
  10. Factoring

    Esta alternativa consiste en que la empresa traspase los cobros y facturas que tiene pendientes de recibir, a una entidad financiera y que esta le proporcione el dinero de las operaciones de forma inmediata. Es un método de financiación a corto plazo, ya que, en 60 días la empresa de Factoring o la entidad financiera cobrará dichos importes al cliente. Por lo tanto, es una manera de que ambas empresas puedan seguir adelante con el negocio sin tener que parar su actividad comercial.

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Carlos Calvo
Dpto. Comunicación de iFP