Las mejores técnicas de estudio

Lo más probable es que, si estás en tu etapa de estudiante, te encuentres en un periodo de exámenes y quieras aprender nuevas técnicas de estudio para poder tener unos mejores resultados. Por este motivo, en este blog, ¡vamos a darte las mejores técnicas de estudio para que puedas probarlas y ver cuál es la que mejor encaja contigo!

¿Para qué sirven los métodos de estudio?

Los métodos de estudio nos sirven para poder obtener vías rápidas a la hora de aprender sobre un tema y retener la información más relevante de una forma más amena. Por este motivo, es imprescindible que nos conozcamos a nosotros mismos y seamos conscientes de qué técnicas se van a adecuar a nuestra manera de ser. Algunas personas tienen una mayor facilidad a la hora de memorizar frases o datos y otras personas son más visuales y prefieren visualizar imágenes o gráficos. En este blog te traemos diez técnicas de estudio para que puedas probarlas y ver cuál es la que mejor encaja contigo.

Las 10 mejores técnicas de estudio

Destacar lo más importante
Nos enseñan durante toda la etapa formativa a quedarnos con los datos más relevantes para entender un concepto y, saber sintetizar, es clave si queremos tener un estudio más ameno. Por este motivo, una de las técnicas más usadas es destacar lo más importante, subrayando el libro, las fotocopias o los apuntes. Esto lo puedes hacer utilizando subrayadores, bolígrafos o, si no quieres estropear el material de estudio, puedes usar un lápiz. Con esta técnica de estudio reforzarás los puntos más importantes y pondrás énfasis en aquello verdaderamente importante.
Hacer resúmenes y esquemas
Si el temario es muy extenso, puedes optar por esta técnica de estudio: hacer un resumen o un esquema. Si decides usar este método sintetizarás la información más importante en poco espacio y será mucho más fácil de retener en la mente. Los resúmenes son más apropiados si eres una persona con facilidad a la hora de expresarte. Los esquemas, en cambio, están más enfocados a aquellas personas que son más visuales y con palabras clave ya tienen en mente el concepto y saben desarrollarlo. Cualquiera de estas dos técnicas de estudio será válida a la hora de estudiar para un examen.
Basarte en casos prácticos
En algunas ocasiones, para entender ciertos conceptos, necesitamos recurrir a la técnica de estudio de los casos prácticos. Los seres humanos somos experimentales y, la mayoría de veces, nos cuesta menos entender algunas cosas cuando las ejemplificamos y llevamos a la realidad. Por este motivo, si nos basamos en ejercicios y casos prácticos, lo más probable es que podamos acordarnos con más facilidad y tengamos un mejor resultado en el examen.
Usa reglas mnemotécnicas
Si eres una persona a la cual le cuesta recordar algunos datos a la hora de estudiar y te gustaría cambiar eso porque sabes que te puede costar la nota en un examen, debes probar las reglas mnemotécnicas. Existen muchas, pero todas tienen el mismo objetivo: convertir los datos en frases o números sencillas de recordar. Por ejemplo, una de las técnicas de estudio más usadas si tienes que memorizar un número como el 578 es la de optar por buscar palabras que tengan 5, 7 y 8 letras para acordarte. También puedes usar la regla de la primera letra, es decir, inventarte una frase con palabras que comiencen por la primera letra de cada palabra que quieres recordar y te puede servir para, por ejemplo, aprenderte las provincias de una comunidad autónoma.
Dibujar las ideas principales
Antes hemos comentado que existen dos tipos de estudiantes: aquellos que prefieren leer, ya que no tienen la capacidad visual tan desarrollada y los que prefieren contar con elementos más visuales. Si perteneces al segundo grupo, puede que dibujar y expresar las ideas principales del temario de forma visual te ayude a comprender y a retener mejor la información. Con esta técnica de estudio deberás pensar qué dibujo encaja mejor con la idea para que, luego, una vez lo visualices, sepas exactamente a qué se refiere y no te cueste desarrollar el concepto.
Organizar una lluvia de conceptos con los compañeros
Los humanos somos seres sociales y, por este motivo, una de las mejores técnicas de estudio que puedes usar es la de compartir conocimientos con tus compañeros. Lo más seguro es que a cada uno del grupo se le den mejor unos temas que otros. Por este motivo, hablar sobre los temas que entran en el examen y haceros preguntas mutuamente aumentará tu capacidad de razonamiento que luego podrás usar en el examen.
Crea tus propias Flashcards
Una técnica de estudio que te ayudará a hacerlo más llevadero es crear tus propias flashcards o tarjetas de estudio. Este método es uno de los más divertidos, pero, eso sí, para utilizarlo, deberás haber estudiado o te va a parecer aburrido. Con este método, pondremos por una cara de la tarjeta el concepto o pregunta y, por el otro lado, la explicación o respuesta desarrollada. De este modo, podrás divertirte mientras aprendes conceptos y estudias para el examen.
Simular un examen tipo test
Con esta técnica de estudio podrás crear tus propios exámenes ficticios para luego resolverlos. Potenciarás la memoria activa y cuántos más exámenes tipo test realices, mejores resultados obtendrás. Lo mejor, para que no te acuerdes de todas las preguntas, es que plantees distintos modelos de exámenes y, una vez tengas muchas preguntas, te dispongas a responder, ya que, de este modo, seguro que te olvidas de las respuestas y respondes con honestidad.
Realiza mapas mentales
Los mapas mentales son una técnica de estudio que te ayudará a visualizar y plasmar tus pensamientos en un mismo ambiente. Básicamente, estos tratan de traducir los pensamientos en elementos visuales y acompañarlos de pequeñas notas y redacciones que pueden ser útiles a la hora de entender los conceptos. Además, sirven para poner orden al caos mental que podemos tener sobre un tema y entender mejor el contexto global, así como mejorar la memoria jugando con los colores, las imágenes y el texto.
Crear tus propios ejercicios y exámenes
Algunas veces, dependiendo de la materia, no podemos usar la técnica de estudio de crear un examen tipo test, ya que las respuestas deben estar más desarrolladas. En este caso, podemos optar a este método de estudio y crear nuestros propios ejercicios y exámenes. Para entender un concepto, no hay nada mejor que ejemplificarlo de distintas formas e incluso añadir a la respuesta una explicación con anécdotas o situaciones reales que hemos vivido. Esto te ayudará a practicar para el examen y a perder los nervios frente a la prueba.