La globalización
Si queremos entender mejor el significado, tendríamos que pensar en la palabra “mundialización”.
La globalización también incluye la difusión de la cultura por todo el mundo.
¿Qué es realmente la globalización?
El pensamiento generalizado sobre qué es la globalización se centra en el aspecto económico, pero el alcance de este fenómeno llega mucho más allá. Vayamos por partes para descubrir qué supone el término de globalización en toda su amplitud.
Para empezar, según la definición proporcionada por la Real Academia Española, globalización significa “tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales”. Si queremos entender mejor el significado, tendríamos que pensar en la palabra “mundialización”, que sería la ideal para definir este proceso tan presente en nuestras vidas. El problema es que “mundialización” no está aceptado por la Real Academia Española, así que de forma genérica hablamos de “globalización”, que la hemos heredado del término inglés “globalization”.
Sobre los inicios de la globalización existen varias teorías. Las más significativas son las que defienden que este proceso comenzó en 1492, con la colonización del mundo por parte de Europa, o en 1945 con la bomba atómica en Hiroshima por el sentimiento de comunidad global que despertó, otras en 1969 con el nacimiento de Internet y la llegada del hombre a la luna, y, por último, la más extendida y aceptada, que la globalización comenzó con el final de la guerra fría y la culminación a un largo proceso el 9 de noviembre de 1989 con la caída del muro de Berlín. También se relaciona, lógicamente, con el derrumbe del comunismo, especialmente de la Unión Soviética, y el consecuente nacimiento del capitalismo social.
Cabe destacar que la globalización no solo incluye la transformación de las empresas hacia un mercado más global, sino que también hay que tener en cuenta la difusión de la cultura por todo el mundo. Por ejemplo, el 31 de octubre siempre se había celebrado la “Castañada” en Catalunya, con toda la tradición que ello conlleva, pero últimamente, especialmente los más jóvenes, se disfrazan para celebrar “Halloween”. La cultura de comprar en centros comerciales marcas americanas, de comerse un perrito caliente por la calle o de seguir la NBA son algunas de las infinitas muestras que se podrían mostrar sobre la presencia de la globalización en nuestra vida. Que las piezas de un coche procedan de más de 100 países o que prácticamente toda la ropa que compramos esté fabricada fuera de nuestro país, son signos de que la globalización se ha impuesto en todos los sentidos. Y qué decir de los viajes. Hoy en día no es nada extraño que la gente viaje a cualquier parte del mundo en distintas fechas del año.
Barcelona, ciudad delantera en muchos aspectos, ya organizó el “Fórum de las Culturas” en el año 2004. También la acogida del “Mobile World Congress” o la excelente participación de la Fórmula 1 señalan el camino que seguiremos en los próximos años en la ciudad condal. La “Expo” en Sevilla de 1992 o las constantes visitas al Museo del Prado por parte de turistas hace que veamos el mundo de forma más globalizada, y que la existencia de fronteras cada vez tenga menos peso en nuestra forma de entender el funcionamiento social del planeta en el que vivimos. Empresas, cultura, idiomas, viajes, tecnología, información… Muchos ámbitos forman parte de la globalización.
En el próximo artículo sobre comercio internacional discutiremos sobre los argumentos a favor y en contra de la globalización que entre todos hemos construido. ¿Viviríamos mejor o peor sin globalización?