Nutricionista preparando una dieta hiposódica
Sanidad

Dieta Hiposódica: Qué es y para quiénes está indicada

La dieta baja en sodio está indicada para personas con hipertensión arterial, enfermedad renal crónica o aguda, insuficiencia cardíaca congestiva, cirrosis hepática o restricción hídrica. Sin embargo, seguir este plan de alimentación es una recomendación general para la salud, ya que los altos niveles de sodio pueden tener efectos negativos en el organismo.

Dieta hiposódica: ¿En qué consiste?

Todos los que se pregunten cómo ser nutricionista, deben conocer la dieta hiposódica. Considerada una dieta terapéutica u hospitalaria, implica reducir o eliminar la ingesta de sal, que es la principal fuente de sodio en la dieta humana. Aunque puede ser estricta en ciertas condiciones médicas, la reducción de sodio es fundamental para una dieta saludable.

La dieta hiposódica es una dieta terapéutica diseñada para restringir el sodio. El grado de restricción varía según la gravedad de la enfermedad y la respuesta del paciente, y puede oscilar entre 4 g y 250 mg de sodio, aunque restricciones por debajo de 40 mEq son poco apetecibles y se utilizan solo a corto plazo. Por lo general, se recomienda un margen de 44 a 87 mEq de sodio, lo que implica una restricción ligera a moderada.

Esta dieta se prescribe principalmente para prevenir y controlar el edema y la hipertensión, y puede ser complementaria al tratamiento farmacológico en ciertos casos. Las indicaciones para seguir esta dieta incluyen hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, afecciones renales, cirrosis hepática con ascitis, edema cíclico idiopático y tratamientos prolongados con corticoides. Sin embargo, estaría contraindicada en casos como el embarazo, ileostomías, terapia con litio, nefropatías con pérdida de sodio y situaciones con pérdida de sodio.

Es fundamental adaptar la dieta según las necesidades individuales y la respuesta del paciente, y se recomienda supervisión médica para garantizar su eficacia y seguridad.

¿Qué comer en la dieta hiposódica?

Una dieta hiposódica, que restringe moderadamente el consumo de sodio a 44 mEq o mmol, implica evitar alimentos ricos en sodio y limitar el consumo de pan corriente a un máximo de 25 g/día, permitiendo su aumento con pan "sin sal". Se prohíbe el consumo de sal de adición, incluyendo sal de cocina, sal marina, sal yodada y sal de apio.

Los alimentos permitidos incluyen carnes, aves, vísceras y embutidos sin sal, pescados frescos, huevos, lácteos sin sal, pan y biscotes sin sal, patatas, legumbres, verduras, hortalizas, frutas naturales, frutos secos sin sal, grasas como mantequilla, margarina y aceites vegetales, y condimentos como pimienta, pimentón, azafrán y hierbas aromáticas. Se recomienda el uso de potenciadores del sabor como ácidos, aliáceos, especias y aceite de oliva, pero se desaconseja el uso de "sal de régimen" o cloruro potásico debido a su mal sabor y aumento del contenido de potasio en la dieta.

Es importante mantener una buena presentación de los platos y emplear cocciones adecuadas como el vapor para realzar el sabor de los alimentos. Se sugiere una dieta equilibrada que no sea ni demasiado permisiva ni muy estricta para garantizar su efectividad y apetitosidad.

Dieta baja en sodio: ¿Para qué pacientes está indicada?

Reducir la ingesta de sal es crucial para mejorar la calidad de vida, ya que puede provocar una serie de problemas en el cuerpo. La dieta hiposódica es una herramienta eficaz para contrarrestar los efectos negativos de la acumulación de sodio en el organismo.

La ingesta excesiva de sal puede ocasionar retención de líquidos, insuficiencia circulatoria, hipertensión arterial, enfermedades renales y urinarias, deterioro de la mucosa estomacal y dificultades en la absorción de nutrientes. Sin embargo, es importante destacar que la sal en cantidades adecuadas es necesaria para el equilibrio de los líquidos y es esencial para el funcionamiento celular y las conexiones nerviosas.

Entre las indicaciones para seguir una dieta hiposódica se incluyen diversas condiciones médicas como hipertensión arterial, cardiopatías como la insuficiencia cardíaca congestiva o la cardiopatía isquémica, y afecciones renales como el síndrome nefrótico, la glomerulonefritis edematógena, la insuficiencia renal crónica o aguda en fase oligúrica, así como la cirrosis hepática con ascitis y el edema cíclico idiopático.

Por otro lado, estaría contraindicada en situaciones como el embarazo, a menos que exista una patología previa que requiera una dieta hiposódica, en casos de ileostomías, terapia con litio, nefropatías con pérdida de sodio y en situaciones que implican pérdida de sodio.

Ejemplo de dieta hiposódica

Como ejemplo de dieta hiposódica, se pueden considerar diversas opciones para el desayuno, la media mañana y la merienda. Para el desayuno, se pueden elegir entre diferentes alternativas. Por ejemplo, se puede incluir leche sola, café o cacao soluble con azúcar, acompañado de pan sin sal con aceite de oliva virgen extra o mantequilla sin sal, junto con zumo natural o fruta.

Los menús para el almuerzo y la cena en una dieta hiposódica ofrecen una variedad de opciones saludables y equilibradas. Por ejemplo,para el almuerzo, se pueden disfrutar unas lentejas estofadas con puerro y zanahoria, acompañadas de ensalada de lechuga y tomate, y pan sin sal, seguido de una porción de fruta. En la cena, una sopa castellana sin jamón serrano puede ser reconfortante, junto con un revuelto de patatas, champiñones y espárragos, complementado con yogur y más pan sin sal.

Otra posibilidad consiste en judías verdes salteadas con ajo y ternera encebollada con patatas y zanahorias, con pan sin sal y fruta como acompañamiento para el almuerzo. Por la noche, se puede disfrutar de cogollos aliñados con pimiento morrón, croquetas caseras de pescado, arroz salteado, y nuevamente, pan sin sal y fruta.

También existe la opción de que el almuerzo consista en macarrones con salsa de tomate casera, pez espada a la plancha y ensalada de col lombarda  y maíz, seguido de pan sin sal y fruta. Para la cena, una sopa de fideos con picatostes puede ser reconfortante, seguida de tortilla de espinacas y queso sin sal, zanahoria aliñada y, nuevamente, pan sin sal y fruta.

Para hacer la alimentación más sabrosa sin el uso de sal en una dieta hiposódica, se pueden utilizar condimentos naturales como especias y hierbas aromáticas en lugar de sal.

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Mujer trabajando en un laboratorio cínico y biomédico
Nieves Llevat | iFP
Nieves Llevat
Dpto. Comunicación de iFP