Trabajador en oficina planifica su rutina con un portátil
Metodología iFP

¿Cómo evitar la rutina en el trabajo?

La planificación de tareas es fundamental para un rendimiento óptimo tanto en el estudio como en el trabajo. No obstante, no se debe confundir con el desempeño monótono de tareas. Modificar algunas de las rutinas en el trabajo es interesante para conservar una mente despierta y atenta a las diferentes situaciones. Es importante que sepas superar los momentos de rutina.

La planificación de tareas es fundamental para un rendimiento óptimo tanto en el estudio como en el trabajo. No obstante, no se debe confundir con el desempeño monótono de tareas. Modificar algunas de las rutinas en el trabajo es interesante para conservar una mente despierta y atenta a las diferentes situaciones. Es importante que sepas superar los momentos de sensación de rutina y desgaste.

Trabajar de manera metódica tiene un buen número de ventajas sobre la productividad dado que ayuda a controlar los estándares de tiempo requeridos en cada actividad, mejora el cumplimiento de la planificación y evita los momentos que han de invertirse en localizar aquellos patrones que ayudarán a la gestión, dado que se conocen antes de empezar el trabajo. No obstante, cumplir cada día con algunos rituales de organización en el trabajo puede conducir peligrosamente hacia la rutina. Es necesario evitar el automatismo en el trabajo dado que éste es el enemigo de la creatividad y la innovación. Por eso, en iFP te recomendamos que siga estos consejos para evitar caer en la monotonía laboral:

  1. Modifica el horario de cierta tareas. Es muy probable que cada día comiences tu jornada laboral abriendo el correo electrónico y contestando a los mensajes nuevos. Para alterar esa costumbre, sería bueno que modifiques el momento del día que escoge para realizar esta tarea.
  2. Cambia el día o el lugar de las reuniones. Por otro lado, con toda seguridad, como profesional bien organizado has encontrado oportuno reservar un momento de la semana para comunicarte con el resto del equipo para revisar juntos las tareas que tiene el grupo por delante. Pruebe a cambiar el lugar donde se celebran estas reuniones. Igualmente, será bueno alterar el horario e, incluso, la duración de éstas. Si hasta este momento te reunías los lunes para hacer una puesta en común de todas las tareas que tienen que abordar a lo largo de la semana, ahora puedes convocar una reunión breve los viernes en la que evaluar los resultados en conjunto y después ir revisando uno por uno los proyectos asignados a cada una de las personas.
  3. Fomenta la participación antes de las reuniones. Si eres el tipo de profesional que establece la planificación de reuniones semanales unilateralmente, invita a tus compañeros a que le realicen propuestas para las reuniones a lo largo de la semana. Esto te supondrá tal vez un reto por la dificultad de adaptar su agenda, pero con toda seguridad te abrirá nuevas oportunidades y refrescará tu forma de trabajo.
  4. Sal de la oficina. Por último, sal de la oficina, da un paseo y recargas tus pilas. Está comprobado que dar largos paseos ayuda a encontrar la inspiración. En un estudio elaborado por la Universidad de Stanford determinaron la eficacia de anda a la hora de conseguir que las ideas fluyan y podamos pensar mejor. Seguramente al llegar a la oficina, encontrarás la solución a ese problema que estaba estacado o simplemente volverás con la mente más despejada.

Trabajar las habilidades profesionales, en este caso, la gestión del tiempo o el fomento de la creatividad, es imprescindible en el nuevo entorno de trabajo. Por ello, en iFP formamos a nuestros alumnos en diez habilidades fundamentales para la vida personal y profesional que te permitirán ser competitivos en la realidad laboral actual.

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Persona
Carlos Calvo
Dpto. Comunicación de iFP