Profesional de logística inversa con productos devueltos por los clientes.
Comercio y Marketing

Logística inversa: Entiende qué es, características y ejemplos

¿Qué es la logística inversa? Se trata de una fase de la cadena de suministro en la que los productos retornan desde el punto de venta hasta el fabricante o distribuidor para ser recuperados, reparados, reciclados o eliminados. Contrariamente a la logística convencional, donde los productos van del punto A al punto B, en la logística inversa retornan del punto B al punto A. Este proceso permite a las empresas establecer canales de recuperación de residuos y forma parte de la cadena de valor. Además, está vinculada con la economía circular al buscar reciclar o reutilizar productos para prolongar su ciclo de vida y reducir el uso de recursos naturales.

Si estás pensando en cómo ser técnico en Logística Reversa, necesitas prestar atención a todo lo que aquí explicamos para tener herramientas útiles para saber si estás en el camino correcto o por el contrario existen otras profesiones que son para tí. 

Logística Inversa: ¿Qué es? 

La logística inversa establece canales específicos para la recogida selectiva de diversos tipos de residuos. Esta estrategia se encarga de recuperar y reciclar materiales, como envases y embalajes, así como gestionar el retorno de excedentes de inventario, devoluciones de clientes, productos obsoletos e inventarios estacionales. De esta manera, se garantiza una gestión eficiente de los residuos, asegurando su retorno para su reutilización, reciclaje o eliminación adecuada. 

Las tres "R" de la logística inversa son reducir, reutilizar y reciclar. La reducción implica minimizar el impacto ambiental al disminuir el uso de materiales y recursos, así como optimizar la gestión de inventario para prevenir devoluciones. Por otro lado, la reutilización consiste en prolongar la vida útil de productos y materiales mediante la reparación, reacondicionamiento y re-fabricación. Finalmente, el reciclaje implica recuperar y transformar materiales para su uso en la producción de nuevos productos, contribuyendo a reducir residuos y minimizar el impacto ambiental.  

Los tipos de logística inversa son los siguientes: 

  • En primer lugar, la logística inversa verde, donde los productos que regresan del punto de venta al origen pasan por un proceso de reparación, reciclaje o eliminación respetuoso con el medioambiente antes de ser almacenados o revendidos.  

  • Por otro lado, encontramos la logística inversa de devolución, en la cual el producto que retorna al punto de origen se reintegra nuevamente al stock para su posterior comercialización, sin necesidad de someterlo a ningún proceso adicional.  

Importancia de la logística inversa 

La logística inversa es inevitable en cualquier proceso de distribución, ya que las devoluciones son una realidad en cualquier negocio. En este contexto, la implementación eficaz de un sistema de logística inversa puede marcar la diferencia entre pérdidas y beneficios para una empresa. 

Una estrategia bien ejecutada se traduce en una reducción de costes y genera beneficios operativos y mejora la reputación de la marca. Por otro lado, el cuidado del medio ambiente es otro aspecto clave a considerar. Con una gestión adecuada de residuos y desechos, las empresas pueden contribuir significativamente a la lucha contra el cambio climático. 

Fomentar la reutilización de envases y la sustitución de materias primas por materiales reciclados no solo beneficia al medio ambiente, sino que también mejora la percepción de la marca como sostenible y comprometida con la protección del entorno. Aunque estos beneficios puedan parecer invisibles, son cruciales para el éxito a largo plazo de cualquier negocio. 

Cuando una empresa se compromete con el desarrollo de un proceso de logística inversa, el primer paso es analizar el sistema existente. Esto implica revisar las devoluciones que han ocurrido hasta el momento y evaluar cómo se han gestionado.  

Características y beneficios 

Los beneficios de la logística inversa abarcan aspectos económicos, ambientales y operativos para las empresas. En primer lugar, permite reducir los costes y aumentar los beneficios al reciclar materiales, lo que evita la necesidad de adquirir nuevas materias primas y puede generar ingresos adicionales a partir de productos que no se han vendido. Esto se traduce en una mejora del rendimiento de los servicios de la empresa al establecer canales de distribución de doble vía, optimizando así la eficacia de la logística y el inventario. 

Además, la logística inversa contribuye a mejorar la satisfacción del cliente al implementar una política de devoluciones efectiva, lo que genera confianza y fidelidad hacia la marca. Por otro lado, desde una perspectiva ambiental, reduce el impacto medioambiental al aprovechar los residuos, envases y productos no vendidos como materia prima mediante el reciclaje o la reparación. También se reduce el consumo de energía al emplear los canales de distribución en doble sentido y se minimiza la necesidad de comprar nuevos materiales. 

Cómo funciona 

La logística inversa opera en varias etapas, que pueden variar según la empresa y el producto en cuestión. Sin embargo, por lo general, sigue un proceso ordenado que comienza con la retirada de los productos del cliente final a través de la cadena de suministro. 

Una vez que se han recolectado los productos devueltos, el siguiente paso implica la clasificación de estos artículos. Aquí se determina su estado y se decide qué hacer con cada uno de ellos. Dependiendo de la estrategia de la organización, algunos productos pueden pasar por una fase de reutilización. Esto implica acciones como el reacondicionamiento, la reparación o el reciclaje, con el objetivo de ponerlos de nuevo en el mercado en condiciones óptimas. 

Posteriormente, los productos devueltos se transportan de vuelta al almacén de origen para su gestión y redistribución. Aquellos que no sean aptos para ser revendidos se someten a un proceso de destrucción o reciclaje, especialmente si podrían generar pérdidas para la empresa. 

Si se decide recuperar materiales de los productos devueltos, se implementa un proceso adecuado de reciclaje o recuperación para obtener nuevas materias primas o destruir materiales peligrosos. 

Finalmente, se realizan las tareas administrativas correspondientes para documentar todo el proceso de logística inversa y asegurar que se haya ejecutado de manera eficiente en todos los niveles. 

Respecto a los ejemplos de logística inversa, el de Ikea es uno de los más relevantes. En los últimos años, ha implementado programas que permiten a los consumidores devolver una variedad de productos, como muebles y colchones, entre otros. Esta estrategia contribuye significativamente a la reducción de costes en almacenamiento, transporte y manejo de residuos. Además, tiene un impacto positivo en el medio ambiente al reducir las emisiones asociadas con estas actividades. 

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Nieves Llevat | iFP
Nieves Llevat
Dpto. Comunicación de iFP