Doctor y paciente en consulta hablando del hipotiroidismo.
Sanidad

Definición y síntomas del hipotiroidismo

El hipotiroidismo se produce cuando la glándula tiroides funciona de manera insuficiente, lo que resulta en una disminución de la actividad de las hormonas tiroideas (T4 y T3). Estas hormonas son cruciales para regular las reacciones metabólicas del cuerpo y su síntesis está controlada por la TSH, una hormona secretada por la hipófisis.

Cuando las hormonas tiroideas disminuyen, la TSH aumenta en un intento por estimular la glándula tiroides para producir más hormonas. Sin embargo, esta respuesta no es suficiente para restablecer los niveles normales de hormonas tiroideas en el hipotiroidismo establecido. 

Las funciones metabólicas, neuronales, cardiocirculatorias, digestivas y otras funciones orgánicas se ven afectadas por la disminución global de la actividad causada por el hipotiroidismo, lo cual forma parte del temario de la FP Dietética en Madrid. Esto subraya la importancia crucial de las hormonas tiroideas en el funcionamiento adecuado del organismo. 

Qué es el hipotiroidismo y sus principales síntomas

El hipotiroidismo, también conocido como tiroides hipoactiva, se manifiesta cuando la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas para cubrir las necesidades del organismo. Esta glándula, con forma de mariposa y ubicada en la parte frontal del cuello, desempeña un papel crucial en la regulación de diversas funciones corporales al controlar cómo se utiliza la energía en el cuerpo.  

Las hormonas tiroideas influyen en procesos como la respiración, la frecuencia cardíaca, el peso, la digestión y el estado de ánimo, entre otros. Una producción insuficiente de estas hormonas ralentiza muchas de estas funciones, aunque existen opciones de tratamiento disponibles. 

El hipotiroidismo puede tener múltiples causas, entre las cuales se encuentran la enfermedad de Hashimoto, un trastorno autoinmune en el cual el sistema inmunitario ataca la tiroides, siendo esta la causa más común. Otros factores incluyen la tiroiditis, una inflamación de la tiroides, y el hipotiroidismo congénito, presente desde el nacimiento.  

Además, la extracción quirúrgica de parte o la totalidad de la tiroides, así como el tratamiento de radiación en esa zona, pueden desencadenar hipotiroidismo. Algunos medicamentos, una enfermedad de la glándula pituitaria o desequilibrios en el consumo de yodo también pueden contribuir. 

El riesgo de desarrollar hipotiroidismo es mayor en ciertos grupos de personas, como las mujeres, especialmente aquellas mayores de 60 años. Las personas con antecedentes de problemas tiroideos, cirugías previas en la tiroides o radioterapia en el área del cuello o tórax también tienen un mayor riesgo.  

Los síntomas del hipotiroidismo pueden variar según la persona y pueden abarcar desde fatiga hasta problemas de fertilidad en mujeres. La fatiga, el aumento de peso y el rostro hinchado son comunes, al igual que la dificultad para tolerar el frío y el dolor en las articulaciones y músculos. 

Otros síntomas incluyen estreñimiento, piel y cabello secos, disminución de la sudoración, períodos menstruales intensos o irregulares, depresión y baja frecuencia cardíaca. Además, el hipotiroidismo puede causar bocio, un agrandamiento de la tiroides que puede dificultar la respiración o la deglución debido a la presión en el cuello.  

Tipos de hipotiroidismo 

Existen dos tipos principales de hipotiroidismo, cada uno con distintas causas y manifestaciones: 

  • El hipotiroidismo primario, que constituye aproximadamente el 95% de los casos, se origina debido a algún daño o alteración en la glándula tiroides misma. Diversas enfermedades, la deficiencia o el exceso de yodo en la dieta, ciertos medicamentos y otras condiciones pueden interferir con su funcionamiento normal, dañando las células productoras de hormona tiroidea en la glándula. 

  • Por otro lado, el hipotiroidismo central, que representa el 5% de los casos, se caracteriza por una menor producción de la hormona estimulante del tiroides (TSH) debido a alteraciones en la hipófisis (hipotiroidismo secundario) o en el hipotálamo (hipotiroidismo terciario). 

Además, en algunos casos se puede diagnosticar hipotiroidismo subclínico, que se define por niveles elevados de TSH y niveles normales de T4 circulante. Aunque anteriormente se consideraba que no producía síntomas, en la actualidad se presta atención únicamente a los niveles hormonales, independientemente de la presencia de síntomas. En estos casos, se suele optar por una observación continua y no siempre es necesario recurrir a la medicación con hormona tiroidea externa.  

Cómo se detecta hipotiroidismo 

La determinación de TSH es fundamental para diagnosticar el hipotiroidismo, ya que su elevación indica una función tiroidea insuficiente, incluso antes de que los niveles de hormonas tiroideas comienzan a disminuir en la sangre. 

En casos de hipotiroidismo establecido, además de un aumento en la TSH, se observa una disminución en los niveles de T4, mientras que los niveles de T3 generalmente se mantienen dentro de la normalidad. En algunos casos, se puede complementar el análisis con la medición de los anticuerpos antitiroideos para evaluar la presencia de autoinmunidad. La presencia de bocio puede indicar la necesidad de realizar una ecografía tiroidea para obtener una imagen más detallada de la glándula. 

Cuando se tienen sospechas de anomalías en el desarrollo de la glándula tiroides o deficiencias enzimáticas, una gammagrafía tiroidea puede ofrecer información adicional. En casos de hipotiroidismo autoinmune, es común evaluar la posible asociación con trastornos en otras glándulas, como las suprarrenales, paratiroides o gónadas. 

El tratamiento del hipotiroidismo implica reemplazar la producción de la glándula tiroides, y el papel de los profesionales de la FP Cuidados Auxiliares de Enfermería en Barcelona es crucial. La manera más efectiva y estable de hacerlo es mediante la administración de tiroxina (T4), ya que tiene una vida prolongada y se convierte parcialmente en T3 en el organismo, evitando así la necesidad de reemplazar esta última hormona. 

Una vez que el médico establece la dosis adecuada, los controles para ajustarla se basan en la evaluación clínica y en la medición de los niveles de T4 y TSH. Por lo general, el hipotiroidismo primario establecido es una condición crónica, lo que significa que se requiere tratamiento de por vida, excepto en casos excepcionales. Sin embargo, con la dosis correcta, los pacientes hipotiroideos no suelen experimentar limitaciones en sus actividades diarias y, en caso de que lo hagan, pueden contar con la asistencia de los técnicos de FP Cuidados Auxiliares de Enfermería Online

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Nieves Llevat | iFP
Nieves Llevat
Dpto. Comunicación de iFP