Una administración rigurosa, clave para las empresas

Si los empresarios de hace dos o tres décadas se pusieran al frente de una empresa actual sin ningún reciclaje, lo más probable sería que fracasasen por inadaptación técnica o tecnológica. La estrategia empresarial podría ser más o menos correcta, pero sus herramientas de gestión y control habrían quedado del todo obsoletas. Lo mismo pasa con los propietarios de comercios locales o pymes que están faltados de recursos administrativos y de gestión, no solamente para llevar las cuentas del día a día, sino para analizar, mediante instrumentos de registro objetivos, si están cumpliendo o no sus objetivos o, simplemente, si su actividad da beneficio o va camino de la bancarrota.

El CFGS en Administración y Finanzas te capacitará para supervisar la gestión de tesorería y el estudio de viabilidad de proyectos de inversión

Una empresa mal gestionada está condenada al fracaso. Y más si, para ponerla en marcha, se necesita financiación y debe endeudarse para iniciar su andadura. Es en ese punto donde la formación en administración, gestión y ciertas dosis de dirección financiera adquiere todo su valor. Al margen del planteamiento inicial, hay otra razón principal por la que deberías plantearte cursar el CFGS de Administración y Finanzas de iFP. El profesional con dicha formación es uno de los perfiles más reclamados y demandados por las empresas en los últimos años. Así, según datos del  Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), la FP en administración y finanzas fue el ciclo superior con mayor número de contrataciones en el año 2015: 133.559 nuevos puestos de trabajo.

El mundo de los negocios no es fácil. Durante los periodos de crisis, además, la necesidad de autoemplearse se multiplica ante la recesión empresarial y la falta de ofertas de trabajo. En ese contexto, muchas personas se lanzan a montar sus propias empresas o abrir tiendas en régimen de autónomo sin ningún conocimiento de los marcos legales, los mercados y los rendimientos económicos que puede dar la actividad que plantean arrancar. La decisión no es nunca sencilla una vez sopesados ingresos y gastos. Y, ante todo, hay que tener mucha cautela si se desconocen ámbitos o conceptos empresariales clave como la financiación, las normativas del sector en el que se pretende trabajar, la estacionalidad y el flujo variable de ventas, la amortización de bienes y equipos o los costes del personal y el peso de las masas salariales en los balances de ingresos y gastos.

Así pues, si se apuesta por emprender, la administración rigurosa del negocio y, especialmente el apartado contable y de control del margen de maniobra, es imprescindible para que las cosas funcionen. En el ámbito de una empresa que ya esté en funcionamiento, la figura administrativa es igual de relevante aunque, a menudo, se ocupe de gestionar una parcela más acotada de la actividad. Para las empresas, pues, es importante disponer de personal formado para, entre otras muchas actividades, tramitar documentos o comunicaciones internas o externas en los circuitos de información corporativos, elaborar documentos y comunicaciones a partir de directrices, analizar y poner en orden la información obtenida de las necesidades detectadas o organizar y supervisar la gestión administrativa de personal de la empresa ajustándose a la normativa laboral vigente y protocolos establecidos.

Las empresas, paralelamente, también demandan profesionales capaces de gestionar los procesos de tramitación administrativa empresarial en relación a las áreas comercial, financiera, contable y fiscal, con una visión integradora de las mismas. Capacitaciones que se hallan en trabajadores preparados para llevar la contabilidad de la sociedad según los procesos y procedimientos administrativos y el Plan General Contable aplicando la normativa vigente y en condiciones de seguridad y calidad. En ese campo, se incluiría desde la gestión de una cartera de clientes a la integración en una parte de la estructura financiera estando al cargo de cuentas determinadas del balance o de la totalidad de la contabilidad de la empresa.

También el aspecto fiscal en el marco empresarial es especialmente relevante y delicado. Los devengos y pagos de impuestos deben controlarse con precisión y de acuerdo con la estrategia global del negocio y la necesidades puntuales de activos ante la las fechas límite de liquidación de tributos. Estudiar el CFGS en Administración y Finanzas te capacitará para supervisar la gestión de tesorería, la captación de recursos financieros y el estudio de viabilidad de proyectos de inversión, siguiendo las normas y protocolos establecidos, y para realizar la gestión administrativa de los procesos comerciales, llevando a cabo las tareas de documentación y las actividades de negociación con proveedores y de asesoramiento y relación con el cliente.

Se trata de un ciclo muy completo que abarca todos los departamentos de una empresa. Encontrarás asignaturas como gestión financiera (cuentas bancarias, capitales, intereses, préstamos, acciones…), contabilidad y fiscalidad (IVA, declaraciones de hacienda…), recursos humanos (contratos, nóminas) aprovisionamiento (logística comercial, pedidos, facturas, albaranes) atención al cliente (marketing)… La buena armonía de las diferentes áreas de la empresa es clave para que siga el rumbo correcto.

El profesional capacitado y titulado en dicho programa podría ejercer su actividad tanto en grandes como en medianas y pequeñas empresas, en cualquier sector de actividad, y particularmente en el sector servicios, así como en las administraciones públicas, desempeñando las tareas administrativas en la gestión y el asesoramiento en múltiples áreas. Y, como apuntábamos anteriormente, la persona con este perfil también estará preparada para, si lo desea, trabajar por cuenta propia, efectuando la gestión de su propia empresa o a través del ejercicio libre de una actividad económica en el sector de la asesoría financiera, laboral, de estudio de proyectos, entre otros.