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Informática y desarrollo web

Bioinformática: las mejores salidas laborales

Especializarse en bioinformática permite, además de poder ocupar las salidas profesionales propias del CFGS en Desarrollo de Aplicaciones Web, dar soporte informático de apoyo a la investigación, a la gestión de datos biológicos y la programación de nuevas aplicaciones para este sector, cada vez más creciente e importante.

Especializarse en bioinformática permite, además de poder ocupar las salidas profesionales propias del CFGS en Desarrollo de Aplicaciones Web, dar soporte informático de apoyo a la investigación, a la gestión de datos biológicos y la programación de nuevas aplicaciones para este sector, cada vez más creciente e importante.

La bioinformática, la aplicación de tecnologías computacionales a la gestión y análisis de datos biológicos, tiene cada vez más demanda de profesionales

Solo cabe echar un vistazo a la oferta de las apps más exitosas para teléfonos inteligentes y tabletas. Cada vez son más comunes las dedicadas a la nutrición y control de la dieta, el ejercicio físico, los programas de entrenamiento deportivo, el control de las constantes vitales a partir de relojes y pulsímetros vinculados, etc.  Apple Store, por ejemplo, tiene una sección propia denominada “salud y ejercicio” con, a día de hoy, una hegemonía aplastante de las aplicaciones relacionadas con el running. En todo caso, estás apps son solo la punta del iceberg del proceso y gestión de datos biomédicos.

A parte de la predominancia informática y de los códigos de programación en todo el espectro tecnológico, actualmente, la bioinformática es un ámbito estratégico en el que se están demandando profesionales cualificados y que tiene buenas perspectivas laborales para los próximos años. Su relevancia resulta esencial en sectores como la investigación, así como en la medicina personalizada, especialmente en áreas como la oncología y la neuropsiquiatría. Las nuevas perspectivas de ocupación apuntan hacia una mayor especialización y cualificación profesional en los subsectores de alto valor añadido, por lo que se espera un incremento considerable del personal dedicado a I+D+i.

Las áreas donde más necesaria es la capacidad bioinformática son la genómica, la medicina preventiva, el desarrollo de nuevos fármacos, los diagnósticos clínicos, la industria alimentaria y la investigación biomédica en general. La gestión y organización experta de datos relacionados con la salud y las propiedades biológicas de compuestos y alimentos es una puerta con un futuro profesional prometedor. De hecho, ante la falta de especialistas en bioinformática, habitualmente, estos empleos los tienden a ocupar biólogos, químicos, informáticos y matemáticos. Pero, ¿en qué consiste en concreto dicha especialización?

Según una de sus definiciones más sencillas, la bioinformática es la aplicación de tecnologías computacionales a la gestión y análisis de datos biológicos. Así pues, estudiar bioinformática capacita para utilizar las herramientas que se aplican en proyectos bioquímicos, biomédicos y en informática médica, así como en el tratamiento estadístico de grandes volúmenes de datos. Además, permite desarrollar aplicaciones web para el ámbito médico y biológico, con tecnologías específicas, garantizando el acceso a los datos de forma segura y cumpliendo los criterios de accesibilidad, usabilidad y calidad exigido en los estándares establecidos.

Así pues, los conocimientos y las capacidades para utilizar métodos de bioinformática son de los perfiles laborales más demandados en la actualidad. Cada vez se requerirán más profesionales capaces de ejecutar los análisis de integración de grandes conjuntos de datos generados a partir de datos genómicos clínicos y funcionales surgidos mediante experimentos, así como personas dotadas para desarrollar proyectos científicos, tecnológicos o industriales en bioinformática que sepan interpretar y extraer conocimiento de los resultados obtenidos.  A su vez, cada vez son más valorados los expertos en el uso de herramientas bioinformáticas que interpreten genomas o diseñen programas que ayuden a interpretar genes, entre otros elementos fisiológicos.

Las salidas laborales de la bioinformática también abarcan aspectos como el modelado molecular, los métodos computacionales, el diseño molecular asistido por ordenador, así como las bases de datos químicas y el diseño de síntesis aplicando métodos de mecánica molecular y estadística y de química cuántica y la potencia de cálculo de los ordenadores. En el curso de las dos últimas décadas, esta disciplina ha pasado de ser un campo de investigación cultivado por un reducido número de pioneros especialistas al tratarse de un área multidisciplinar.

El técnico en química computacional forma parte de un equipo de trabajo de I+D+i y se dedica a desarrollar nuevas metodologías computacionales, al diseño de posibles compuestos activos que apoyen el trabajo de los programas de descubrimiento de fármacos y nuevos materiales, al análisis de los datos obtenidos y a la búsqueda y creación de bases de datos de pequeñas moléculas o estructuras proteicas. Los conocimientos especializados que se requieren son importantes, pero es fundamental una excelente habilidad intelectual y una experiencia previa en trabajos de investigación.

Otra de las salidas profesionales que ofrece la bioinformática es la posibilidad de participar en el desarrollo de herramientas estadísticas y nuevos métodos de análisis de datos, obteniendo informaciones sobre estructuras químicas, biológicas y farmacológicas para ayudar al descubrimiento y optimización de fármacos, nuevos materiales y otros compuestos de interés.


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Jessica Ruano
Dpto. Comunicación de iFP